Un Jedi y el Shantinator de mi lado

Un Jedi y el Shantinator de mi lado

🤖 Shantinator, versión 1.0

Hace un par de noches, vimos Terminator en casa (una vez más). Mi esposa y yo somos fanáticos declarados de esta súper película… pero esta vez se sumó el pequeño Shanti, que con sus 4 años no despegó la mirada del hombre mecánico.

Minutos después, ya estaba transformado:
Tapa de plástico sobre el ojo, lentes oscuros de la mesa de noche… y caminando como robot por toda la casa. Era nuestro Shantinator.

Su entusiasmo fue tan contagioso que tomé una hoja, un lápiz y empecé a dibujarlo. No soy bueno dibujando, pero eso no importó. Solo quería capturar ese momento.


🖼 El poder de una imagen para sentirse valiente

Al día siguiente, Shanti se fue a vacunar.
Llevó consigo la ilustración del Shantinator que habíamos hecho juntos.
Cuando le pregunté por qué, me respondió con toda naturalidad:

“Para sentirme fuerte.”

Ese dibujo no era solo un juego.
Era su escudo. Su armadura. Su capa de superhéroe.

Y ahí entendí —una vez más— que una imagen puede ser mucho más que un trazo bonito.
Puede ser un símbolo de coraje, una afirmación silenciosa de que no estás solo,
una forma de decir “puedo” cuando el mundo parece más grande que tú.


🖥 Vectorizando con cariño

Inspirado, me senté frente al computador a vectorizar la imagen, algo que no hacía hace años. Lo aprendí por diversión, nunca fue mi oficio, pero redescubrirlo fue una alegría.
Al final, lo imprimimos y colgamos en casa. El Shantinator ya tiene su lugar.

Y todo esto me hizo recordar…


🌌 Cuando convertí a Edu en Jedi

Hace más de diez años, durante una consultoría en sanidad agraria, necesitábamos unos flyers y no teníamos diseñador. Así que, por necesidad, decidí aprender diseño gráfico.

Empecé con cero conocimiento. Abrí YouTube, escribí “cómo usar Illustrator” y me sumergí.
Aprendí lo básico, lo practiqué en cada rato libre y logré sacar adelante los materiales que necesitábamos para informar a agricultores sobre medidas de inocuidad.

Después, vino el gran momento Jedi.
Mi hijo Edu, fan de Star Wars, me vio diseñando.
Le pedí que posara.
Y con su foto, le regalé una galaxia.
Una donde él era el héroe.
Una donde podía llevar su sable de luz con orgullo.

Edu Jedi

Edu, versión Jedi. Diseño casero, galaxia inmensa.


🧠 Lo que aprendí (y sigo aprendiendo)

Todo empezó por necesidad.
Siguió por diversión.
Y terminó siendo una forma de conectar con mis hijos y con mi creatividad.

Gracias a YouTube, aprendí Illustrator, creé materiales institucionales, carteles familiares, y hasta ilustraciones para levantar el ánimo de un niño que iba a vacunarse.

No me dedico al diseño gráfico, pero me gusta tener esa herramienta en la mochila.
Porque las habilidades no siempre nacen de una profesión. A veces nacen del cariño, del juego, o del “yo puedo intentarlo”.


🚀 ¿Te animas?

Hoy, con tantos recursos gratuitos, es más fácil que nunca aprender algo nuevo.
No importa si es para tu trabajo, tu familia o simplemente para ti.
Lo importante es no dejar de explorar lo que puedes hacer con tus propias manos (y corazón).

¿Y tú? ¿Qué habilidad te gustaría despertar?

📩 Escríbeme a hernangarciaval@gmail.com
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